Parece a simple vista es solo una bacteria con su flagelo pero su letalidad es muy poderosa.
Para los médicos como para los pacientes no es ningún secreto que los pacientes que están hospitalizados están expuestos generalmente a infecciones que no son precisamente las que ellos en ese momento tengan como por ejemplo la Pseudomonas.
No me parece justo culpar a nadie, porque ocurra una situación como la que se está dando en Panamá porque se están viendo las respuestas para resolver la complejidad del problema.
Nadie quiere que muera nadie, pero en los Hospitales ademas de buscar mejoría para distintos problemas y enfermedades, también se corre el riesgo de exponerse a cuanta batería y enfermedad haya que incluso hasta es contagiosa por el aire.Es por ello que siempre se le recomienda a las madres y a los padres de familia que no lleven los niños a los Hospitales y siempre que se pueda resolver un problema en la casa es preferible, aun así sea en una institución del sector privado, o incluso la misma CSS que atiende diariamente cientos de pacientes.
Si, no quito que de repente se violen algunas medidas sanitarias, pero nunca ha pasado nada y es precisamente ahora cuando lo vemos y por cierto en pacientes que tienen un deterioro en su salud.
Por ejemplo los Médicos también están expuestos mas que nadie y no le queda de otra.
Recuerdo en el Santo Tomas la sala de casos infecciosos donde se agrupaban los Tuberculosos y el Sida y había que entrar con una mascarilla que al final no hacia la diferencia porque recuerdo que nuestro profesor no la usaba.
Cuando ocurren muertes masivas el hombre siempre busca un culpable, y al final siempre alguien tiene que pagar por ello, pero a veces todas estas cosas suceden por factores que escapan de las manos.
Esto mas bien debe servir de reflexión para darnos cuenta de que cuando creemos que tenemos las enfermedades mas temidas controladas siempre van a aparecer nuevas porque los gérmenes también mutan y se adaptan como lo han hecho las especies a través de la historia.
Así que será una batalla continua, que puede que nunca acabe, hay que ver los fenómenos con luz larga.
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